Prof. Marlene Pérez

Estimadas y estimados: Señor Christian Iturriaga, director de nuestro colegio, señorita Soledad Espinoza, directora académica, autoridades presentes, docentes, paradocentes, padres, apoderados y mis querido 4B.

Ha llegado el momento tan anhelado, el que avizoramos distante cuando en séptimo básico creábamos y diseñábamos sombreros de cartón.

Hemos llegado al final de un ciclo. Fueron seis años y aquí nos reunimos el día de hoy. Ha sido un año muy complejo para todos y todas, en el cual el living o el dormitorio de la casa pasó a ser nuestra sala de clases. Comunicación a distancia, distanciamiento social, no poder ver a las amistades ni abrazar a nuestras familias, perdidas familiares, encierro, angustia, tantos sentimientos que afloraron durante estos 9 meses. Sin embargo, acá estamos aprendiendo a valorar lo que tenemos, un abrazo o una sonrisa.

Fueron años de esfuerzo, donde también las penas y alegrías, fracasos y triunfos, confusiones y descubrimientos, desencantos y amores, fueron parte de esos días vividos en el colegio y que permanecerán para siempre en sus vidas.

En lo personal, doy las gracias por conocerlos y compartir estos años en los que me permitieron formar parte de sus vidas. A partir de ahora, se enfrentarán a un presente con innumerables desafíos y complicaciones que surgirán en el camino, cada una y cada uno de ustedes deberá reafirmar su visión y objetivo de vida que el colegio les inculcó, siendo personas tolerantes, solidarias y respetuosas del resto y de sus formas de pensar. No deben olvidar que el respeto y el estudio serán las llaves que les abrirán las puertas del mañana.

El futuro de ustedes no esta en manos del destino, y aun cuando pudieran creer que el destino es el que baraja las cartas, son ustedes quienes las juegan. Lo que les quiero transmitir es que ustedes formarán su propio destino, ustedes y solo ustedes son quienes deben preguntarse que es lo que desean hacer con sus vidas.

Han sido sus familias junto a su colegio quienes han puesto los cimientos valóricos, en donde el respeto a la dignidad de las personas es la plataforma principal. Aquello debe ser propiciado por ustedes mismos y debe ampliarse hacia el conjunto de la sociedad. Ustedes son seres humanos valiosos, no permitan que nada ni nadie los desvíe de su camino como personas dignas y honestas.

Sigan siendo buenas hijas y buenos hijos, respeten a sus madres y padres y siempre protejan a sus familias. Sean personas íntegras, comprometidas con su familia y con la sociedad, pero por sobre todo comprometidas consigo mismas, asuman con entrega, con coraje y con valor la responsabilidad de guiar el destino de sus vidas.

Puedo ver un grupo de jóvenes que con su esfuerzo y compromiso le han ido ganando a la vida, pese a su corta edad, jóvenes que ocupan un lugar destacado en su entorno, gracias a su perseverancia en lograr el éxito. Un grupo de amigos que han buscado hasta encontrar esos lazos de afecto para hacerse aún más grandes como personas.

Después de mirarlos me pregunto: ¿Quién es el que enseña y quién es el que aprende? Créanme que las lecciones de vida que yo he obtenido de ustedes son muchas.

Es el momento de despedirnos y de ver que cada una y cada uno de ustedes inicia su recorrido por nuevos rumbos, los que sin duda serán caminos que los guiarán al éxito. Pero no se olviden que para recorrer esos caminos deben tener sueños y saber transformarlos en metas reales, tener una actitud positiva frente a la vida, dedicación, ambiciones y, por sobre todo confiar en ustedes mismos, porque tengo la certeza que son capaces de hacer bastante más de lo que se propongan. Y si algún día se equivocan, que no sea impedimento para seguir luchando, se pondrán de pie y seguirán avanzando. No se olviden que deben esforzarse para que sus sueños se hagan realidad y se colmen de felicidad, sabiduría y satisfacción. Me siento feliz de verlos en esta etapa, que es la culminación de la formación escolar. Me siento grata y agradecida de haber compartido con ustedes todos estos años, que hayan depositado su confianza en mí, estrechando lazos y fortaleciendo nuestros sentimientos.

Agradezco el apoyo de sus familias, la gran confianza que me transmitieron y la colaboración desinteresada por el bien de sus hijas, hijos y el colegio. Estimadas familias, les quiero decir que deben estar tranquilos, sus hijas e hijos han aprendido de la experiencia y serán capaces, siempre con el apoyo de ustedes, de manejar con sabiduría el porvenir. Saben que el destino no se compra, se construye con esfuerzo.

Mi querido 4°B, es el momento de demostrar por sí solos lo que son capaces de hacer, de tener confianza en sus habilidades, de explotar sus potenciales y de utilizar las herramientas entregadas para construir un mundo mejor. Son personas de bien, honestas y serviciales, que deben buscar la verdad con la base en la razón, respetando a la naturaleza y por sobre todo tratar de ser muy felices.

Hoy hemos terminado una etapa importante. Mañana empezamos otra, quizás más difícil, pero no menos alcanzable. Por mi parte saben donde vivo y lo que hago, conocen mis cualidades y mis defectos, perdonen mis errores y falencias y aprendamos de estos para seguir creciendo cada día.

Les deseo de corazón lo mejor de la vida y tengan plena seguridad que siempre estaré con ustedes

¡Muchas felicidades!

Marlene Perez Cabeza, profesora jefe 4ºB